La diástasis abdominal o diástasis de rectos es una condición anatómica del abdomen en la que se produce una separación de los músculos por la línea media o línea alba (tejido conectivo que une los rectos abdominales). Esto, suponga o no un problema estético, sí que da lugar a problemas funcionales importantes que deben ser tenidos en cuenta.

La diástasis abdominal es un problema común entre las mujeres tras el embarazo. Es más, dos tercios de las mujeres embarazados sufren de diástasis abdominal ya en el tercer trimestre de gestación. Sin embargo, cualquier persona, sea hombre o mujer, independientemente de la edad, puede sufrir diástasis abdominal. La buena noticia es que la diástasis abdominal se puede prevenir y, mejor aún, se puede mejorar e incluso corregir sin cirugía (aunque en los casos más graves puede ser indispensable la cirugía).

Factores de riesgo de la diástasis abdominal

Aunque la a genética juega un papel importante en la diástasis abdominal, determinados factores aumentan el riesgo de sufrir este problema. Uno de ellos es el aumento de peso en la medida que este aumento afecte a la zona abdominal. La expansión del abdomen puede provocar que la línea alba se vea dañada al no soportar la presión a la que se ve sometida. Este riesgo afecta tanto a hombres como a mujeres en cualquier momento de su vida.

Otro factor importante que aumenta el riesgo de diástasis abdominal es el sobreesfuerzo abdominal que se produce al realizar grandes esfuerzos continuos o mantenidos, tanto en el trabajo como en el deporte. Especial atención merece aquí atender al riesgo que supone la realización de abdominales tradicionales, los que implican la contracción concéntrica de los rectos abdominales (como los crunch o encogimientos abdominales). Estos ejercicios aumentan la presión, tanto en los rectos como en el suelo pélvico, lo que favorece no solo la diástasis abdominal, sino también posibles problemas de suelo pélvico.

Otro factor que aumenta significativamente el riesgo de diástasis es el embarazo, y no solo por la evidente expansión abdominal. Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta cambios para adaptarse al crecimiento del feto, lo que da lugar a la distensión de los tejidos abdominales y al aumento de determinadas hormonas que alteran la composición del colágeno, lo que hace que se debilite el tejido que conecta los rectos abdominales. Especial riesgo de diástasis sufren las mujeres con bajo tono abdominal antes del embarazo o las que se enfrentan a embarazos múltiples.

Pero el problema no acaba aquí. El parto es también un factor de riesgo importante frente a la diástasis abdominal. Si el trabajo de parto se prolonga y el esfuerzo para empujar se incrementa, el tejido conectivo de los rectos también puede verse dañado.

Consecuencias de la diástasis abdominal

La diástasis abdominal da lugar a un vientre flácido y descolgado muy característico, del que suelen salir bultos al hacer determinados movimientos (toser, estornudar, reir, levantarnos de la cama…) o ejercicios (son las vísceras, que sobresalen al no poder ser contenidas por la pared abdominal). Al principio puede que no se note demasiado pero, con el tiempo, si no se toman medidas, acabará así. Sin embargo, el problema real no es de tipo estético, sino funcional, como decíamos al principio. Más allá del problema que suponga estéticamente, la calidad de vida de las personas con diástasis abdominal se ve reducida sensiblemente.

Para empezar, es habitual que las personas con diástasis abdominal tenga también problemas de suelo pélvico y todo lo que ello conlleva (incontinencia urinaria, dolor pélvico, prolapsos, problemas durante las relaciones sexuales, etc.).

Además, haya o no problemas de suelo pélvico relacionados, la diástasis abdominal está directamente relacionada con problemas de estabilización del centro corporal, lo que repercute en la postura y puede dar lugar a problemas de espalda. La diástasis abdominal también está directamente relacionada con problemas de digestivos, incluyendo malas digestiones, gases y estreñimiento, entre otros, así como con el aumento del riesgo de sufrir hernias en las vísceras abdominales.

Tratamiento y prevención de la diástasis abdominal

La fisioterapia ofrece soluciones eficaces tanto para prevenir como para tratar la diástasis abdominal y todos los problemas asociados a ella. Las técnicas más utilizadas son la gimnasia abdominal hipopresiva, fortalecimiento del core e indiba entre otras.  Especial atención merecen los tratamientos preventivos para las mujeres, especialmente las mujeres embarazadas o que pretendan quedarse en estado, así como la intervención post-parto.

diástasis abdominal

En Physicalmed somos especialistas en fisioterapia pre y post-parto. También podemos ofrecerte soluciones para tratar o prevenir la diástasis abdominal sea cual sea tu caso. Para aclarar cualquier duda no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Visítanos en nuestra Clínica de Fisioterapia de Madrid (zona Arturo Soria – Conde Orgaz – Campo de las Naciones). Estamos para ayudarte.

 

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