En este primer post, nuestra compañera Pilar Rada nos quiere hablar de la Fisioterapia en Uroginecología, una especialidad de la Fisioterapia que da respuesta a problemas relacionados con el Suelo Pélvico como la incontinencia urinaria de esfuerzo, los prolapsos leves, los dolores perineales, la incontinencia fecal….

 

Son problemas más frecuentes de lo que imaginamos, por ejemplo, la incontinencia urinaria puede afectar a más de un 40% de las mujeres mayores de 45 años y al 40% de las embarazadas!. Hasta hace pocos años esta especialidad de la Fisioterapia era desconocida por la sociedad, principalmente porque las mujeres asumían este problema como “asociado a la edad”, era considerado “tabú” y  poco se hablaba en las consultas ginecológicas. Sin embargo, la mujer de hoy en día demanda soluciones a estos problemas. Ya que disminuye la calidad de vida a muchas mujeres y que en los casos leves-moderados se puede solucionar en un 70% de los casos con métodos y técnicas fisioterápicas no invasivas.
Desde la fisioterapia uroginecológica podemos evitar que estos problemas se cronifiquen y que le acompañen el resto de su vida. Esta situación mejorará su calidad de vida, influyendo de forma positiva en muchas parcelas de su vida personal, laboral y social.

 

Entre los principales factores de riesgo que pueden causar incontinencia urinaria, disfunciones sexuales, incontinencia fecal o prolapsos (descenso de órganos urogenitales) encontramos al parto, el estreñimiento y los deportes de alto impacto (aerobic, correr, etc), los problemas respiratorios que causan tos y estornudos repetidos (fumar, EPOC…). Algunos de estos factores no pueden evitarse, como el parto, pero se puede minimizar el riesgo de lesión de la región perineal realizando una correcta preparación durante el embarazo (prevención) y una adecuada recuperación postparto. Otros factores se pueden reducir también, como el estreñimiento, a través de una correcta alimentación y una mecánica evacuatoria adecuada. En cuanto a los deportes de alto impacto, es importante que las mujeres sean conscientes de que nuestras características anatómicas hacen que seamos más vulnerables y nuestra región perineal no es capaz de soportar esfuerzos físicos que implique elevados aumentos de presión dentro del abdomen, como ocurre cuando saltamos, corremos o elevamos cargas muy pesadas.  Hay que realizar deporte pero evitando lesionarnos por una mala práctica. Lo más recomendable sería gimnasia tipo Pilates, ejercicios hipopresivos, Yoga, bicicleta…

 

El descubrimiento del suelo pélvico, la toma de conciencia de esta región de nuestro cuerpo y su correcta utilización durante las actividades de la vida diaria son medidas de prevención que deberían realizar todas las mujeres.

 

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