Un ictus o infarto cerebral es un accidente cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos, que se encargan de la circulación en el cerebro. Si alguno de estos vasos se rompe o bien es taponado por alguna sustancia, se produce una disminución del oxígeno que llega al cerebro y nos encontramos ante un ictus. Las técnicas de fisioterapia post ictus están encaminadas a mejorar la vida del paciente tras el accidente, mejoran el pronóstico y disminuyen las secuelas.
Fisioterapia post ictus tras un infarto cerebral
Utilizar la fisioterapia como tratamiento puede ser determinante para personas que acaban de sufrir un accidente cerebrovascular. En primer lugar, los especialistas determinan cuál es el nivel de daño que se ha producido en el accidente y se evalúa cómo proceder a continuación. Lo que parece unánime en la literatura científica es que la rehabilitación debe comenzar cuanto antes, y una vez el paciente esté estable debe ser intensiva. El objetivo más genérico siempre es el mismo: conseguir la mayor autonomía posible del paciente en cada caso y que las secuelas, si las hubiera, sean las menos posibles dando al paciente y a su familia las pautas y herramientas para poder manejarlas
La rehabilitación debe ser especializada en neurología. Neurorrehabilitación. Ya que la manera de abordar el tratamiento es diferente a otras patologías en las que el sistema nervioso central (nuestro cerebro) no está involucrado.
Dependiendo de los déficits que tenga el paciente los campos a trabajar son muy variados, a grandes rasgos lo podemos dividir en:
– Trabajo de la fuerza y control de los músculos. Esto permitirá al paciente sentirse más autónomo para sus tareas diarias.
– Trabajo de la sensibilidad y percepción corporal si estuviera alterada (propiocepción).
– Trabajo del equilibrio y patrón de marcha al caminar.
– Mejorar el tono muscular y la espasticidad si la hubiera.
– Valorar si es necesario el uso de ayudas técnicas.
– Mejora de la comunicación. Si se han perdido facultades asociadas a este aspecto, es necesario trabajar para que el paciente se comunique con su entorno de una forma fácil y sencilla.
– Aumentar la autoestima. En algunas ocasiones donde las secuelas se notan bastante, el paciente puede perder la confianza en sí mismo y, la fisioterapia, también puede actuar en este aspecto.
– Retomar los entornos anteriores al accidente, ya sea en el lugar de trabajo, en la familia o en el entorno social.
En definitiva, la fisioterapia post ictus puede resultar de gran ayuda para reducir las secuelas tras un infarto cerebral y conseguir que el paciente se recupere más rápido y mejor.
En Physicalmed contamos con larga experiencia en el tratamiento terapéutico donde te podemos asesorar de cómo enfocar el tratamiento y que te ayudará a mejorar y recuperar las funciones que se han visto empeoradas en el caso daño cerebral adquirido.
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