El parkinson es un trastorno neurológico progresivo. Se cataloga dentro de los trastornos del movimiento y el número de personas afectadas va en aumento por el envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida.

Los estudios epidemiológicos publicados cifran que afecta al menos a 300.000 personas en España. Y además, esta cifra se espera que aumente llegando en 2040 a más de 12 millones de personas afectadas en el mundo.

¿Qué sabemos a día de hoy del parkinson?

El parkinson se caracteriza por una deficiencia progresiva de dopamina (un neurotransmisor), como consecuencia de la degeneración de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra. Dicha sustancia está localizada en los ganglios de la base en el mesencéfalo. Este neurotransmisor es necesario para la buena ejecución de movimientos automáticos, como caminar y escribir.

Los pacientes pueden presentar síntomas motores, más visibles y conocidos por la sociedad. No obstante, también se manifiestan otros síntomas no motores que también pueden llegar a mermar la calidad de vida.

Sistemas motores y no motores

Los principales síntomas motores que se observan incluyen la lentificación de los movimientos, y la hipocinesia, o disminución de la velocidad y amplitud de acciones repetitivas o alternantes. Dichos síntomas se observan en la escritura y en la expresión facial reducida (hipomimia); la rigidez,  por el aumento del tono muscular y una contracción excesiva y continua de los músculos; el temblor, principalmente como un temblor en reposo,  la inestabilidad postural y del equilibrio, con el consiguiente riesgo de caídas.

Dentro de los síntomas no motores podemos encontrar, la depresión, la fatiga, la ansiedad, el dolor, los trastornos del sueño, síntomas urológicos y el déficit olfativo.

Muchos de estos síntomas interfieren en el desempeño de las actividades diarias, como levantarse de la cama o girar y caminar.

Freezig o bloqueo

Cuando la enfermedad progresa, puede el patrón de marcha ir viéndose más afectado, la longitud del paso es más corta, dificultad para elevar los pies, incluso llegando a presentar episodios los pies no avanzan (síntoma conocido como congelación de la marcha, freezing o bloqueo), con el consiguiente aumento de riesgo de caídas.

El bloqueo es un episodio transitorio en el que la persona tiene la sensación de que «los pies se pegan al suelo» en contra de su voluntad. Suelen aparecer más al iniciar la marcha, al girar, al cruzar el umbral de una puerta, entrar en el ascensor o al transitar pasillos o sitios estrechos o con objetos u obstáculos. En algunas situaciones los bloqueos pueden ir acompañados de episodios de ansiedad, lo que dificulta el uso de estrategias que faciliten salir del bloqueo y evitar caídas.

Como hemos descrito es una enfermedad neurológica que puede abarcar diferentes síntomas, para cada paciente serán más relevantes unos u otros en las distintas etapas de la enfermedad. Los fisioterapeutas que atienden a los pacientes con parkinson deben conocer y manejar bien el impacto de los diferentes síntomas y su particular manejo como por ejemplo los bloqueos de la marcha o “freezing”.

Nuestra compañera Pilar Rada, esta especializada en el abordaje de los trastornos del movimiento, compaginando su trabajo en Physicalmed con el servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional y su Unidad de trastornos del movimiento desde hace más de 14 años.

Si necesita un tratamiento individualizado no dude en contactar con Physicalmed en el 917596779.

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